miércoles, 9 de enero de 2008

LA VIDA ES UNA RUTA REPLETA DE ESQUINAS




EN LA ESQUINA DE LA VIDA

"Cuando el hartazgo de vida y ser nos invade, a escasos pasos de la esquina de nuestra fatiga siempre existe y nos espera un nuevo paisaje.
Sólo es necesario dejar de mirar atrás y darle un hálito de esperanza y optimismo. Olvidar las cuerdas podridas que nos atan, congelar las tristezas que nos oscurecen los sentires, desconectarse de los diálogos sin eco, devolver la dignidad a nuestra capacidad de entrega que quedó afónica de respuestas. Y empezara a caminar con otra actitud y otra mochila, cambiando el paso con el deseo de vislumbrar un nuevo horizonte.
En la esquina de la vida siempre nos aguardan paisajes prometedores y muros agobiantes. Clorofilas de vida y humendades de tristezas, horizontes sin más límite que nuestro optimismo y barreras apiladas sin cemento de amor, atardeceres que alcolchan sueños y despertares a días terrosos de nubes vacías de agua.
No existe el mapa que nos indique la ruta de nuestra vida. Somos nosotros, con nuestra intuición y voluntad, quienes paso a paso la vamos configurando hasta llegar a un punto que, por mucho que lo hayamos imaginado y deseado, siempre es un gran desconocido, esa parada en el camino que cuando contemplamos el viaje hecho llamamos "nuestro destino".
La vida es una ruta repleta de esquinas. Penetras en muros y laberintos o perderse en paisajes sin límites es la historia de los grandes caminantes, es decir, de todos y cada uno de nosotros."

ADN, Miércoles, 9 de enero de 2008.

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